Disfruta de la Tarta Clásica como postre después de las comidas, o como un capricho en cualquier momento del día. Puedes servirla sola o acompañada de helado, crema batida o frutas frescas para un toque extra de sabor. Ideal para compartir en celebraciones, reuniones familiares o simplemente para consentirte. Asegúrate de refrigerarla si no la consumes de inmediato para mantener su frescura. ¡Cada bocado es una celebración del sabor!